NUESTRO ENCUENTRO
Nuestro Encuentro.
Caminamos juntos
tomados de las manos,
abrazándonos, riendo,
por la vereda en el bosque.
tomados de las manos,
abrazándonos, riendo,
por la vereda en el bosque.
Miramos entre los arboles
aquella banca de madera
que unió nuestras almas.
aquella banca de madera
que unió nuestras almas.
Nos sentamos allí
recordando el día
donde nos conocimos
Yo escribiendo, tú mirando.
recordando el día
donde nos conocimos
Yo escribiendo, tú mirando.
Fue en ese instante,
donde esa banca nos unió,
donde nuestro mundo
lleno de caos se transformó.
donde esa banca nos unió,
donde nuestro mundo
lleno de caos se transformó.
Hoy como cada mañana,
regresamos en nuestra
caminata vespertina.
regresamos en nuestra
caminata vespertina.
Tomados de la mano
sentarnos allí en la banca,
para seguir amándonos
en la magia de tus labios.
sentarnos allí en la banca,
para seguir amándonos
en la magia de tus labios.
TIEMPO
He recorrido el mundo
encontrando tu rostro
en cada nube que miro.
Mis deseos se convierten
en los suspiros que
alimentaron nuestros
años de unión infructuosa.
encontrando tu rostro
en cada nube que miro.
Mis deseos se convierten
en los suspiros que
alimentaron nuestros
años de unión infructuosa.
Fue poco a poco
convirtiéndose la vida
en un escombro,
en ese holocausto;
de ofensas dichas,
de transgresiones,
de insultos,
de humillaciones.
El tiempo se detuvo,
las risas se apagaron
y los odios enraizaron
en la profundidad.
Miro los escombros
del tiempo que encarcelo
nuestras vidas en un hondo
foso de miseria insultante;
donde un día se dijo ¡basta!
a todo aquello que lastimo
no solo el orgullo viril
si no que destruyo los sueños.
convirtiéndose la vida
en un escombro,
en ese holocausto;
de ofensas dichas,
de transgresiones,
de insultos,
de humillaciones.
El tiempo se detuvo,
las risas se apagaron
y los odios enraizaron
en la profundidad.
Miro los escombros
del tiempo que encarcelo
nuestras vidas en un hondo
foso de miseria insultante;
donde un día se dijo ¡basta!
a todo aquello que lastimo
no solo el orgullo viril
si no que destruyo los sueños.
Ahora miro ese reloj destrozado
por el cataclismo de palabras,
de ofensas, de gritos, como
un monumento de libertad.
por el cataclismo de palabras,
de ofensas, de gritos, como
un monumento de libertad.
Hoy miro el cielo
dando gracias a Dios,
por llenar mis mañanas
de un nuevo amor.
dando gracias a Dios,
por llenar mis mañanas
de un nuevo amor.
Y de esos años de miseria,
de injusticia, dar gracias
por convertir a este hombre
en el escritor de mi nueva vida.
de injusticia, dar gracias
por convertir a este hombre
en el escritor de mi nueva vida.
País: México
No hay comentarios:
Publicar un comentario