domingo, 30 de agosto de 2015

MARTA DÍAZ





SOLEDAD

Así fue nuestro amor.

La tristeza constante
de un pájaro sin alas,
refugiado en el sueño
de volar otra vez.

Una nube salvaje
escapándole al viento,
aferrada a una estrella
que dejó de brillar.

Sólo el río que corre
en un cauce deshecho,
encontrando a su paso
guijarros de soledad.

Así fue nuestro amor.

Un retazo pequeño
de luces en las sombras,
temiendo proyectarse
más allá del edén.

Insolente mendigo
de monedas de tiempo,
de cálidos abrazos
envolviendo un por qué.

Sólo un banco vacío
de una plaza cualquiera,
observando la lluvia
que baila sin parar.

Solitario.
Secreto.
Taciturno.
Albergando distancias.
Sofocando el ayer.

Así fue nuestro amor.
Solamente mío...


EVOCACIÓN


Y te marchaste.
Una estela de adiós
invadió de pronto el aire,
y un beso rompió
los cristales de la partida.
Sabor amargo.
Sabor a lágrimas.

He de beberme cada minuto
de ese tiempo isócrono,
y retener inútilmente entre los labios,
una promesa que flamígera,
se retuerce en lo imposible.

Y te marchaste.
Otra vez sola!
Sin las manos que te aferraban
fuertemente a mi regazo.

Quedó el silencio que retumba
cual un grito.
Y un adiós quieto
que me duele,
que me araña.

Volviste al viento
que lejos,
siempre de mí te apartaba.
Y en vano reprimí un
                          no te vayas!

País: Argentina

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